Ocho días pasaron sin aplausos. Los últimos y únicos, que acompañaron un rescate con vida, se habían oído diez horas después del derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik. Fue cuando sacaron de entre los restos del edificio de al lado a María, la única sobreviviente. Esta mañana las palmas, condicionadas por la uniformidad de espesos guantes, volvieron a chocar repetidas veces sobre los escombros para celebrar el hallazgo de una gata, atrapada entre hierros y mampostería, con lesiones pero en buen estado.
Era la gata de Nahuel Stefanic, de 25 años, una de las siete víctimas fatales que tiene hasta el momento este siniestro que mantiene todavía a una persona desaparecida: Dana Desimone, de 28 años, que como aquel también vivía a tiempo completo en este hotel.
A la joven estaban buscando cuando escucharon ya no maullidos, sino tibios quejidos. Los bomberos, después de varios días de recuperar cadáveres, se reencontraron entonces con señales de vida. Y tras despejar pedazos de ladrillo encontraron Kiara,
La envolvieron en una manta y, entre ese coro de aplausos de otros rescatistas, un bombero la sacó de la escena de búsqueda para que fuera trasladada al área de Zoonosis de la municipalidad.