Espectáculos

Luis Ventura habló de los problemas de salud de su hijo

Luis Ventura visitó el programa de Florencia Peña, LPA (América), y se refirió a la salud de Antonio, el hijo que tuvo con la vedette Fabiana Liuzzi cuando todavía estaba en pareja con Estelita, su esposa durante 20 años.

El periodista aseguró que “hay momentos que son difíciles” y que él se tuvo que reinventar en su rol como padre. “En realidad, soy como el abuelo de mi hijo”, admitió en tono de broma.

Antonio Ventura ya tiene 8 años. (Foto: instagram/fabiana_liuzzi)

“Mi hijo es un niño seismesino, de maduración prematura y que desde que nació debió recibir tratamientos y estimulaciones especiales. Ni mejores ni peores; especiales, distintas”, contó Luis Ventura hace un tiempo. Y explicó: “Tiene en su enorme cabecita un cerebro que esporádicamente le genera descargas eléctricas desmedidas y acotadas”.

En la entrevista que le hizo Flor, el conductor abrió su corazón y habló del vínculo que construyó con su hijo menor: “Es una relación especial porque me tengo que guiar por otro tipo de lenguaje. Antonito todavía no habla, está buscando la palabra y yo trato de ayudarlo todos los días. Tiene que ser estimulado permanentemente”, reveló.

Luis Ventura y Antonio (Foto: Instagram @luisventurasoy).

“Descubrí un mundo como el de la neurología, que tiene una importancia y una relevancia de la que no tenemos noción”, se sinceró. “Neurológicamente, hay que entender y saber leer lo que le pasa, muchas veces”, profundizó sobre la salud del pequeño.

Declaró que sus otros hijos mayores, los que tuvo con Estelita, no tienen un trato cotidiano con el pequeño: “La vida se encargará de acomodar las cosas. O no. A lo mejor, tiene que ser así la relación, y bueno…”. Además, expresó que sus hijos son sus padres.

“Yo he tenido situaciones catastróficas a nivel salud, de acompañar la agonía, el dolor, la tristeza y la muerte. Es algo tremendo. Y siendo muy chiquito ya viví y estuve de frente a esas realidades”, dijo Luis, con la piel curtida.

“Acompañar esa situación para un chico era difícil porque no me permitía la lágrima. La lágrima me la empecé a permitir con mis hijos. Ahora lloro, me cag… si la gente se ríe o no se ríe. No me importa, tampoco”, comentó, dejándole en claro a todos cómo son las cosas.

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