El miércoles pasado, mientras se jugaba la Finalísima en Wembley, cientos de barras de todos los equipos argentinos miraban extasiados las tribunas vestidas de celeste y blanco y se imaginaban ese mismo panorama, pero con ellos a la cabeza, desde el 21 de noviembre en Qatar, cuando empiece el Mundial y el recorrido de la Selección para ir por la tercera.
Un día después, sin que ellos lo supieran, el gobierno argentino y el del país asiático le daba un golpe tremendo a esa ilusión barrabrava: a las 12.30 del mediodía y en su despacho central, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, firmaba con el embajador de Qatar en nuestro país, Battal Meajeb B.M. Al Dosari, el convenio de cooperación contra la violencia en el fútbol por el cual la Argentina le hizo entrega de una lista con casi cinco mil nombres de barras e hinchas que tienen activo el derecho de admisión por lo que no pueden concurrir a ningún estadio de nuestro país.
A diferencia de lo que se ve en la Copa Libertadores, por ejemplo, donde los barras que no ingresan acá sí lo hacen afuera (el caso más paradigmático es el de Rafael Di Zeo, Mauro Martín y el resto de la cúpula de La Doce), en el Mundial según adelantaron las autoridades qataríes eso no podrá suceder. Es más, se piensa en la deportación lisa y llana de todo aquel que tenga causas por violencia en el fútbol en la Argentina. Un Mundial libre de barras es el objetivo, veremos si lo consiguen.
La reunión se llevó adelante en las oficinas de la calle Gelly y Obes, sede del Ministerio de Seguridad de la Nación y estuvieron presentes también autoridades de la Secretaría de Seguridad en el Fútbol. Allí se hizo entrega del listado que contiene no sólo nombres de reconocidos barras como Di Zeo, Caverna Godoy o Bebote Alvarez, por mencionar a los más conocidos, sino también a muchísimos que son infractores a la ley de espectáculo deportivo sin pertenecer a ninguna asociación ilícita de tribuna, y que quedaron con derecho de admisión por querer ingresar sin tickets, por estar aún sin su voluntad en medio de un desorden y terminaron imputados por resistencia a la autoridad o hay casos de hinchas que terminaron con admisión por no pasar el cacheo al tener entre sus pertenencias un cigarrillo de marihuana. ¿Qué pasará con ellos? Según remarcaron del Ministerio al medio TyC Sports, no habrá ninguna diferencia entre el capobarra y el caso de un hincha común, por lo que salvo que intervenga la Justicia o que la pena dada por ésta esté cumplida, estarán todos en la misma lista.
Esta situación podría provocar una avalancha de recursos de amparo para que sus nombres sean borrados, pero según el Gobierno no habrá clemencia salvo casos puntuales y que no tienen que ver con barras conocidos. Es más, hubo varios abogados de primera línea que atentos a lo ocurrido se estuvieron moviendo en el último tiempo para que sus defendidos salieran de la prohibición. Entre ellos los letrados de La Doce y Los Borrachos del Tablón, pero no lograron su cometido.
