Uno de los principales puntos de la Ley Ómnibus pasaba por la reforma previsional, con la eliminación de la Ley de Movilidad Jubilatoria y la implementación de actualizaciones automáticas por inflación desde abril. Sin embargo, tras la ‘marcha atrás’ del proyecto, la incógnita pasa por los incrementos previstos para los próximos meses.
Cabe remarcar que, en la actualidad, la jubilación mínima es de $105.712, número que se alcanzó tras el último incremento, del 20,8%, efectuado en diciembre. Por su parte, la Pensión No Contributiva (PNC) se cobra en torno a un básico de $73.999.
El plan del gobierno de Javier Milei con la iniciativa, truncada en las últimas horas al menos en su primera presentación, era eliminar la fórmula de movilidad actual, llevar adelante una actualización por DNU a partir de las facultades que el Congreso le brinde y, según prometió el propio mandatario, ajustar los ingresos de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) desde abril.
No obstante, con la reintroducción de la Ley Ómnibus al pleno de comisiones, existe incertidumbre acerca del camino que seguirá la reforma previsional y cómo se evaluarán los próximos incrementos para los jubilados y pensionados.
¿Qué va a pasar con las jubilaciones tras la caída de la Ley Ómnibus?
Sin ningún cambio de por medio, luego de la salida del proyecto de la Cámara de Diputados, la que permanecerá, al menos en el corto plazo, es la fórmula de movilidad jubilatoria actual, vigente desde 2021.
La misma contempla actualizaciones trimestrales en los ingresos de jubilados y pensionados, basadas en un cálculo que considera el 50% de los ingresos de la ANSES y el otro 50% vinculado al índice salarial Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), que en el cuarto trimestre de 2023 avanzó un 28,6%.