La muerte más dramática que golpeó a “Los Monos”

El clan Cantero está acostumbrado a convivir con la muerte. Cada uno de los integrantes de Los Monos sabe que una de las balas que circulan por Rosario pueden llevar su nombre. Pero el caso de Daiana fue inesperado: la chica de 16 años murió en septiembre de 2016 en un accidente vehicular en la ruta 35, cuando viajaba a visitar a su tío Ariel “Guille” Cantero al penal federal de Rawson.

La hija de Claudio “Pájaro” Cantero, el líder del clan acribillado en mayo de 2013, había tenido su fiesta de 15 soñada hacía un poco más de un año, razón por la cual los integrantes de la familia y su círculo íntimo tenía fotos con la joven enfundada en su vestido blanco, y una corona exclusiva. Su mamá, Lorena Verdún, preservó por años el vestido en la casa de Melián al 6400 junto a las pertenencias de su hija, después del trágico accidente.

A seis años de ese accidente, surgen reveladoras amenazas contra la familia en una red social que tenía la joven.

En un primer repaso todo parece normal. “¿Qué es lo que más deseas en tu vida en este momento? Que vuelva a ser la misma de antes. Como era cuando lo tenía a mi papá”, responde la adolescente en la red social. “Acuario, Newell´s, verde, Sergio Torres, Mailen, 8 de febrero”, siguen las respuestas sobre su signo zodiacal, su color preferido, su cantante favorito, su segundo nombre y fecha de cumpleaños.

Pero, entre halagos y manifestaciones de admiración de sus seguidores al jefe de Los Monos asesinado y los propios posteos de amor de Daiana hacia su papá muerto, las interacciones se tornan más oscuras. Y preocupantes.

“Fueron ustedes los que mandaron a matar a Luis, son traicioneros, manga de giles. Les va a re caber. Y vos mono cuidate porque vas a ser boleta. Bien muerto está tu viejo”. Con inocencia, la hermana de “Lucho” Cantero -jefe de la nueva generación- responde: “¿Luis?” y un emoji de desconcierto.

“¿No sabés qué Luis digo? jajaja, hacete bien la pelotuda, infeliz. ¿LUIS MEDINA NO TE SUENA? Pedazo de mono, que no te enganche en la calle porque te mato gila”, insiste el mensajero.

La conversación tiene ocho años. Y ese “Luis” al que se refiere la persona que amenaza a la adolescente es Luis Medina, el exdueño de Esperanto Rosario que fue acribillado, el 30 de diciembre de 2013, junto a su novia modelo, Justina Castelli, en un Citröen DC 3 rojo. El empresario era uno los pesos pesados del narcotráfico en esa ciudad, exsocio de otro líder narco, Esteban Alvarado. Los dos archienemigos de Los Monos.

Luego de un intento de correrse del negocio (se había mudado a Pilar), Luis Medina regresó a Rosario a quedarse con todo. Aunque la causa, en manos de la por entonces jueza Alejandra Rodenas, no avanzó, una de las hipótesis de agentes de la Agencia de Inteligencia Criminal (AIC) que trabajaron en el caso apunta a una alianza entre Ramón “Monchi” Machuca -hermano de “Pájaro” y “Guille”- y Alvarado para matarlo a Medina. Creen que el líder acribillado había llegado a tener contacto con narcos colombianos.

En tanto, su novia, la joven modelo de 23 años -que era sobrina de Mariana Ortigala, testigo protegida en el juicio contra Alvarado- habría sido una víctima accidental del ataque sicario.

Los homicidios que rodean a Daiana Cantero

El Peugeot 206, en el que viajaba Daiana Cantero y que se accidentó a la altura de Bahía Blanca, era conducido por César Marchetti, chofer histórico de los líderes de Los Monos. El conductor debió ser hospitalizado, pero sobrevivió.

En febrero último, el cuerpo de Marchetti, a quien llamaban “Bola”, fue encontrado carbonizado en el barrio Las Flores, zona de influencia de Los Monos. Antes de prenderlo fuego, lo acribillaron. Según los datos que trascendieron en ese momento, el auto en el que iba la hija de “Pájaro” y otro joven, “despistó y volcó”.

Marchetti era, hasta ese momento, aliado y amigo del clan. Fue uno de los acusados en el juicio por el homicidio de Walter Cáceres, el chico de 14 años que fue asesinado el 4 de febrero de 2010, cuando el grupo atacó a balazos un micro que llevaba integrantes de la barra brava de Newell´s. Estiman que el destinatario de esos plomos era el líder de la facción leprosa: Diego “Panadero” Ochoa.

En el proceso judicial, el jefe de la organización narcocriminal y su chofer fueron absueltos. Marchetti fue mencionado en otras causas que lo ubicaban muy cerca de los jefes de Los Monos, pero nunca pudieron probar su participación en la asociación ilícita.

Daiana, por su parte, parecía estar ajena a todo el mundo de crímenes y drogas que la rodeaban. Una bandera con rostro la despidió en la tribuna de Newell´s: “Tu luz siempre billante”, decía la tela junto al escudo del club rosarino. Más tarde, su mamá mandó a pintar su figura en un mural, muy cerca a la de “Pájaro”, en la canchita de La Granada.

“Recordar es vivir”, la frase que une a ambos.

(TN)