El Gobierno Nacional trabaja en la flexibilización del protocolo sanitario para las elecciones legislativas con el fin de evitar las extensas filas fuera de los establecimientos y las demoras que marcaron las Paso del 12 de septiembre, aunque la organización dependerá de cada distrito según su situación epidemiológica.
La portavoz Gabriela Cerruti confirmó este jueves, en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, que “no va a ser el mismo el protocolo que en las Paso, porque la situación sanitaria mejoró y porque tanto las provincias como la Ciudad de Buenos Aires están teniendo diferentes niveles de apertura”.
Horas después del anuncio, la Cámara Nacional Electoral (CNE) dio a conocer la acordada extraordinaria 124, firmada por Santiago Corcuera, Daniel Bejas y Alberto Dalla Via, quienes recomendaron a las autoridades nacionales y locales ajustar el proceso electoral después de la experiencia de las PASO.
La CNE requirió a las Juntas Electorales Nacionales que, en coordinación con las autoridades sanitarias locales, “evalúen y adopten las medidas pertinentes para perfeccionar y flexibilizar la organización del acto comicial y de los accesos a los establecimientos de votación, como así también de las filas de electores que aguardan su turno para votar”.
El tribunal sugirió que las filas sean “preferentemente” en el interior de las escuelas, y pidió que se garantice la “fluidez y agilidad” del proceso y que “no se entorpezca el desarrollo del acto electoral ni se generen excesivas demoras para la ciudadanía”.
También recomendó a las autoridades que “adopten las previsiones necesarias a fin de optimizar el tiempo de espera de los electores que aguardan para sufragar, procurando que no se generen períodos ociosos entre la salida de un elector del cuarto oscuro y el ingreso del siguiente que se encuentre aguardando su turno”.
En ese sentido, Cerruti señaló que ya no habrá dos filas para votar -una adentro y una afuera del establecimiento-, sino que se promoverá que haya solo una en el interior, ya que el procedimiento anterior resultó, según su definición, “engorroso”. Las demoras provocaron, incluso, que muchas personas ingresaran a votar después de las 18.
En los comicios de septiembre funcionaron a lo largo y ancho del país 17.092 establecimientos con un total de 101.457 mesas para sufragar, distribuidas en un máximo de ocho por cada centro de votación. Como se habilitaron nuevas instalaciones, uno de cada cuatro electores votó en un lugar distinto al de la última elección.
(Fuente: La Voz)
