Hugo Maceratesi, vecino de Villa Mitre y víctima de un secuestro virtual, dialogó con el equipo periodístico de RADIO UNIVERSAL y contó cómo fue su caótica experiencia.
“Fue una situación muy fea. El martes 23.30 hs estaba en casa, suena el teléfono fijo y había una voz que para mí era la de mi hijo”, contó Hugo.
Y le dijo: “papá entraron a la casa, me rompieron la boca y la cabeza y tengo un revolver en la cabeza, si no les das los dólares me matan”. Él lo creyó, ya que sus hijos viven con su madre.
Contó que “ahí agarra el teléfono otra persona” y en ese momento le dijo: “si no me das los dólares te quemo al pibe. Me dice que no le corte y que le pase el celular, se lo pasé y me llamaron”.
“Le dije que no tenía dólares sino pesos, pero que por favor no le hagan nada a mi hijo. Empezó a hacer una cuenta hasta el 10 y me dijo que cuando llegara al 10 me lo mataba. Cuando llegó al 9 se cortó”.
“Me cambié rápido, salgo y le pedí ayuda a los vecinos. Llamé al 911 y después me volvieron a llamar insultándome, y volvió el mismo mecanismo”, relató Maceratesi.
En tanto, relató conmocionado: “se escuchaban los gritos de mi hijo que pedía por favor que no lo maten. Ahí le dije que no mate por favor a Juan Martín y cometí el error de dar el nombre, porque empezaron a jugar con eso”.
“En el cuarto llamado él me dice que llegamos al final y me dijo que no llegamos a un arreglo, entonces me lo iban a matar. Ahí cometí otro error y le di mi dirección para que pasen”.
Y añadió: “Ellos me dijeron que iban a pasar en una camioneta blanca a buscar la plata. Justo llegó el patrullero y me dijeron que me quede tranquilo que era es un secuestro virtual. Cuando estaba la policía pasaron dos camionetas blancas”.
“Mi mamá de 80 años salió corriendo y me dijo que me quede tranquilo, que los chicos estaban durmiendo en su casa”, dijo.
“La policía me dijo que lo más probable es que pasen en una moto y que me roben la bolsa que tenía en la mano”, dijo Maceratesi. Por último, señaló que lo llamó “un comisario y me dijo que iban a investigar”.
