Un devastador terremoto causó el lunes la muerte de más de 2.700 personas en una franja de Turquía y el noroeste de Siria, mientras que el gélido clima invernal se sumaba a la difícil situación de las miles de personas que quedaron heridas o sin hogar y dificultó los esfuerzos por encontrar supervivientes.
El sismo, de magnitud 7,8 y que se produjo en la oscuridad de una mañana de invierno, fue el peor que ha sacudido Turquía en lo que va de siglo. También se sintió en Chipre y Líbano. El terremoto derribó bloques de apartamentos enteros en ciudades turcas y sumaba más devastación a los millones de sirios desplazados por años de guerra.
Posteriormente, un segundo terremoto de magnitud 7,7 sacudió la región de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, informó la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) del país.
Las imágenes más duras: