El conductor del Volkswagen Suran bajó de su vehículo en Bernardo de Irigoyen al 300 de Punta Alta, dejando éste, con las llaves puestas y en marcha. Solo unos minutos se detuvo en un comercio de esa zona céntrica cuando al regresar, el Suran ya no estaba. ¡Me lo robaron!, fue su primera impresión, por eso se dirigió a la Comisaría a hacer la denuncia. La Policía Comunal de esa ciudad activó inmediatamente un operativo cerrojo, logrando detenerlo a unos 10 km de Punta Alta cerca del paraje de campo Golf Pago Chico.
Sorprendido por la detención, el joven que reside en Bahía Blanca, dijo que desde la empresa en la que trabaja le habían ordenado retirar un auto estacionado en Irigoyen al 300. Mucha coincidencia, misma marca, mismo domicilio, pero finalmente pudo demostrar que todo había sido una confusión. Por lo tanto las partes involucradas, decidieron que el caso estaba aclarado, dando punto final a un hecho que lejos del trance vivido, no deja de resultar gracioso y sorpresivo.